lunes, 25 de febrero de 2013

Seguridad alimentaria un derecho universal

Falta de ayuda al productor y total abandono del sector agrario 

El problema de la seguridad alimentaria se destaca cada vez más, como uno de los principales desafíos de todos los tiempos convirtiéndose en el gran reto para todos los gobiernos del mundo. Generar un esquema que garantice de algún modo un sistema de producción de alimentos cónsono con las necesidades de sus habitantes de manera de proporcionarles una mejor calidad de vida, debe constituirse en una preocupación diaria para cualquier Gobierno serio. 

Y es que la seguridad alimentaria, de conformidad con las definiciones mas comunes hace referencia a la disponibilidad de alimentos, el acceso de las personas a ellos en todo momento, pero que sean suficientes, seguros y nutritivos para así lograr que el individuo tenga una vida sana y activa. Igualmente la referencia que indica el grado de garantía que debe tener una comunidad de disponer en todo momento, oportunamente y bajo cualquier circunstancia los suministros de insumos básicos para subsistir, todo ello con el fin que la población tenga plena certeza y sienta la confianza que no será sometida, o que no padecerá situaciones adversas o de insuficiencia de aquellos alimentos básicos que constituyen o forman parte de su alimentación diaria y cotidiana. 

Ahora bien, se considera que un hogar está en una situación de seguridad alimentaria cuando sus miembros disponen de manera sostenida alimentos suficientes en cantidad y calidad de acuerdo a sus necesidades biológicas, que incluyen al menos: : 1) la inmediata disponibilidad de alimentos nutritivamente adecuados y seguros, y 2) la habilidad asegurada para disponer de dichos alimentos en una forma sostenida y de manera socialmente aceptable, esto es, sin necesidad de depender de suministros alimenticios de emergencia, hurgando en la basura, robando o utilizando otras estrategias de afrontamiento. 

Estas definiciones de seguridad alimentaria anteriormente mencionadas, utilizadas de modo habitual, son las ofrecidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, conocida por sus siglas en inglés -FAO-, y la que facilita el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). 

El problema de Venezuela en materia de seguridad alimentaria ha llegado a limites insostenibles, la caída en la producción de alimentos en el país es responsabilidad directa del Gobierno Nacional, cuyas políticas agro alimentarias han resultado un rotundo fracaso por ineficientes y corruptas, por eso resulta imposible hablar de seguridad alimentaria en un país donde escasean productos básicos como la harina, el arroz, el azúcar y el café, por solo mencionar algunos y donde un ama de casa debe recorrer dos, tres y cuatro (si no son más) mercados distintos porque no encuentra los productos que requiere para completar su dieta básica y la de su familia. Ese vía crucis, lo sufrimos los venezolanos simplemente porque no hay producción nacional para cubrir las necesidades de la población, por esa falta de estimulo y la poca o minima inversión en el agro es por lo que la mayoría de los productos que consumimos los venezolanos son importados, luego NO hay producción nacional, lo que además genera una dependencia inequívoca de Venezuela con otros países. 

Gracias a estas políticas del Gobierno Central en materia alimentaria es que estamos como estamos, vemos con tristeza que como consecuencia de las expropiaciones y confiscaciones de tierras y empresas productoras, se ha perdido la confianza y ha mermado considerablemente la producción nacional, así es que tenemos que Venezuela esta cada día más estancada, no se le permite ni se le estimula al sector privado a invertir en nuestro país porque el Gobierno Nacional pretende controlar y monopolizar toda la producción de alimentos. La gravedad de la crisis actual radica además en una inversión insuficiente, de modo que el sector se encuentra absolutamente abandonado, esto aunado a que la agricultura proporciona mecanismos de vida a un montón de trabajadores del agro que en la actualidad se encuentran en una situación limite al ver afectada en modo superlativo su situación laboral, sus ingresos y en consecuencia su modus vivendi. 

La solución al problema está como ya mencionamos anteriormente, en el aumento de la inversión en el sector agrícola y manejar esta inversión racionalmente conjuntamente sector publico y privado, proponiendo y llevando a cabo políticas publicas efectivas que impulsen la producción, generando la confianza necesaria para darle la solidez que requerimos a este sector fundamental para el progreso y desarrollo de nuestro país, de manera de superar los índices de pobreza y desnutrición, y así brindarle calidad de vida a toda la población venezolana. 


Maria A. Dubuc
Concejal de Baruta

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